Uno de los momentos más difícil a la hora de sacarse el carnet de conducir tiene lugar cuando debemos rendir el examen práctico. Esto principalmente porque es la instancia en la que demostraremos lo que hemos aprendido y que el tiempo invertido en clases adquirirá verdadero valor para nuestra vida.

Es inevitable entonces que la presión aumente. Si fallas repetidas veces tendrás que pagar el derecho a examen otra vez y tomar más clases prácticas, lo cual representa un gran problema para cualquier bolsillo.

Lo peor de todo es que a la hora de presentarse al examen práctico, los estudiantes se encuentran más que preparados para aprobarlo. Han realizado todo el proceso de buena manera y en las clases prácticas les resulta todo a la perfección, pero a pesar de todo acaban reprobando.

La explicación de este hecho no puede ser otra que los nervios con los que se afronta la situación, los cuales reducen el rendimiento de los conductores nóveles y les incitan a cometer fallos que normalmente no cometerían.

Si crees que tienes problemas para controlar tus nervios en estas instancias decisivas, desde Autoescuela Indurain te invitamos a que leas los consejos que te dejamos a continuación.

Descansar bien

Lo primero y más importante para tener tu mente despejada es descansar de forma correcta. Procura que los días anteriores puedas llevar tu rutina de descanso nocturno de manera normal, sin caer en mayores contratiempos producto de los nervios.

Vete a la cama temprano, evita que la luz de tu móvil te espante el sueño y bebe alguna infusión caliente. De esta forma lo más probable es que puedas conciliar el sueño rápido y dormir la cantidad de horas que necesitas.

Recuerda que a través de un buen descanso tu mente podrá concentrarse mejor y atender de mejor manera las diferentes tareas que te toque llevar a cabo. Por supuesto, mantener alejado al cansancio hará lo mismo con el estrés y el agotamiento previo al examen.

No dejarte dominar por los nervios

Un factor que resulta determinante en este proceso son los nervios que sienten los conductores al subirse al coche junto al inspector. Pareciera que el espacio se vuelve más pequeño y que todos los mecanismos del vehículo no funcionan con la misma facilidad que durante las clases prácticas.

Tranquilo. No te vamos a decir que no sientas nervios porque eso tampoco es necesariamente una buena señal. Lo único que queremos que comprendas es que debes evitar a toda costa que estos tomen el control de tu cuerpo, por lo que sí, déjalo salir y exprésalo de todas las formas que quieras antes de subir al coche.

Una vez en el vehículo estos deberán disminuir y tú deberás centrar toda tu atención en llevar a cabo tu examen con la mayor efectividad posible. Por supuesto, en caso de que veas que los nervios no disminuyen, también te ofrecemos una fórmula que siempre tiene buenos resultados.

Respirar lentamente

Una de las manifestaciones más evidentes de los nervios en el cuerpo humano es el aumento del ritmo respiratorio. Esto significa que a causa del estrés nuestro organismo pensará que necesita más oxígeno del normal, lo que podría generarnos un resultado bastante negativo durante la conducción.

Por mucho que te agobies debes procurar respirar lentamente e intentar centrar tu mente en la actividad que estás realizando. De lo contrario es posible que pierdas el control de tu cabeza y que cometas un millón de fallos que en condiciones normales jamás cometerías.

Esperamos que estos consejos te sean de ayuda y que puedas superar el examen práctico sin ninguna clase de problema.